El diseño de la cocina y, especialmente, los colores que elijas pueden influir mucho en cómo te sientes dentro de ella. Sin embargo, no todos los tonos funcionan igual. Algunos transmiten calidez y armonía, mientras que otros generan sensación de desorden, incomodidad o incluso afectan tu apetito. Si estás pensando en pintar o renovar tu cocina, esto te ayudará a evitar los errores más comunes en la elección de color.
Hoy te contamos qué colores no deberías usar en tu cocina y por qué, además de mostrarte alternativas más adecuadas, vamos a ello.
3 colores a evitar en cocina
1. Rojo
El rojo es un color intenso, energético y pasional. En decoración, puede funcionar muy bien en pequeñas dosis como por ejemplo, en un cuadro o en cojines del salón, pero en la cocina puede resultar excesivo.
Deberías evitarlo porque el rojo estimula el apetito y el nerviosismo. Aunque a primera vista parezca una buena idea (¿a quién no le gusta comer?), este color puede acabar generando una sensación de ansiedad o saturación visual con el paso del tiempo. Además, absorbe la luz, haciendo que los espacios pequeños parezcan aún más reducidos.
Si te atrae este tono, opta por versiones más suaves, como el terracota o el rojo vino, y utilízalo solo en detalles: utensilios, jarrones o un electrodoméstico puntual.
2. Amarillo huevo
El amarillo, en sus versiones más claras o pastel, puede ser luminoso y alegre. Pero el amarillo huevo o los tonos chillones tienen el efecto contrario al que esperas: en lugar de aportar energía, fatigan la vista y generan estrés visual.
En la cocina, donde ya hay una mezcla de luces, brillos y reflejos, este color puede resultar abrumador. También tiende a alterar la percepción de la limpieza, haciendo que las superficies parezcan sucias o envejecidas antes de tiempo. Si te gusta el amarillo, puedes optar por matices suaves como el mostaza, el crema o el vainilla. Estos transmiten optimismo sin saturar el ambiente.
3. Verde lima
El verde es un color que evoca naturaleza, frescura y equilibrio. Pero no todos los tonos funcionan igual. El verde lima o los verdes muy ácidos son demasiado estridentes para un entorno donde se busca calma y concentración.
Además, este color puede interferir con la percepción del color real de los alimentos, algo que resulta incómodo en una cocina. Los tonos excesivamente vivos hacen que el espacio parezca artificial y dificultan la combinación con materiales como la madera o el acero inoxidable.
Si quieres usar verde, te recomiendo apostar por tonos más suaves como el verde salvia, el oliva o el menta, que aportan serenidad y combinan fácilmente con materiales naturales.
¿Qué color no es bueno para la cocina bajo ninguna circunstancia?
Aunque los tres anteriores ya son colores a evitar en cocina, hay ciertos colores que no deberíamos usar ni en accesorios, los que vienen siendo los colores neón o muy brillantes. Hablamos de fucsias, naranjas eléctricos, azules intensos o verdes fluorescentes. Estos tonos pueden ser divertidos en una habitación juvenil o en un estudio creativo, pero en una cocina resultan demasiado agresivos.
Los colores neón reflejan excesiva luz y fatigan la vista, especialmente si se combinan con superficies brillantes o metalizadas. Además, suelen pasar de moda rápidamente, lo que hace que la cocina se vea anticuada en poco tiempo. Otro problema de los tonos muy saturados es que interfieren con la percepción del orden: cualquier pequeño desajuste o mancha se nota más. Y en una zona donde se cocina a diario, eso puede ser una fuente constante de frustración.
Colores que sí puedes usar en la cocina
Aquí tienes una lista de colores que sí puedes usar en la cocina y que, además, combinan fácilmente con muebles y encimeras de diferentes estilos:
- Blanco roto o marfil. Perfectos para cocinas pequeñas o con poca luz natural.
- Gris claro o piedra: neutros y elegantes, ayudan a equilibrar otros tonos y dan un aire moderno sin resultar fríos.
- Beige. Transmite calidez y combinan con maderas claras o con encimeras de mármol.
- Verde salvia, un color suave y sofisticado, perfecto para cocinas con un estilo natural o rústico moderno.
- Azul grisáceo. Aporta calma y frescura. Ideal si buscas un toque de color sin renunciar a la serenidad.
- Tonos madera: aunque no sean colores propiamente dichos, los acabados en madera natural dan sensación de hogar y equilibrio visual.
- Negro mate en pequeñas dosis. Aporta elegancia y contraste si se usa en encimeras o electrodomésticos, siempre equilibrado con tonos claros.
¿Qué color usar en la cocina según el feng shui?
Si te interesa la energía del hogar y cómo influye el color en tu bienestar, el feng shui ofrece una perspectiva interesante sobre la decoración de la cocina. En esta filosofía, la cocina representa la prosperidad, la salud y la abundancia, ya que es el lugar donde se preparan los alimentos que nutren el cuerpo. Por eso, los colores elegidos deben equilibrar los elementos fuego (cocina, horno) y agua (fregadero, grifos).
Los expertos en feng shui recomiendan evitar los tonos que potencien demasiado el fuego, como los rojos intensos o los naranjas brillantes, y también los que enfríen en exceso el ambiente, como los azules oscuros o negros. En su lugar, se aconseja optar por:
- Tonos tierra (beige, marrón, crema).
- Blancos y marfiles.
- Verdes suaves.
- Amarillos claros.
Ahora ya sabes qué colores no deberías usar en tu cocina: el rojo, el amarillo huevo, el verde lima y, sobre todo, los tonos neón o demasiado brillantes.
En cambio, puedes apostar por colores suaves, neutros o naturales, que aporten luminosidad, serenidad y calidez. El blanco, el gris claro, el beige o el verde salvia son opciones seguras siempre.



