Cada vez más familias apuestan por una crianza respetuosa, autónoma y basada en el desarrollo natural del niño. En ese camino, los muebles Montessori se han convertido en una opción muy valorada para diseñar espacios infantiles adaptados a las necesidades de los más pequeños.
¿Y qué tienen de especial estos muebles? Que están pensados para que los niños puedan usarlos de forma independiente, fomentando su autoestima, seguridad y autonomía desde los primeros años de vida. Veamos cómo puedes crearla paso a paso con los mejores muebles Montessori.
¿Qué es una habitación Montessori?
Una habitación Montessori es un entorno diseñado a la medida del niño. Inspirada en la pedagogía de María Montessori, esta filosofía propone que el niño explore el mundo por sí mismo, desde un entorno preparado, accesible y seguro. Para conseguirlo, el tipo de mobiliario que escojas lo cambia todo, por lo que las claves de una habitación Montessori son:
- Todo a su altura, desde la cama hasta los estantes o el espejo.
- Libertad de movimiento. El niño puede entrar y salir de su cama, coger sus juguetes, vestirse, sin necesidad de ayuda constante.
- Estímulos adecuados, es decir, pocos juguetes, bien seleccionados, materiales naturales, y un ambiente tranquilo.
- Orden y autonomía. Los niños aprenden a organizar, recoger y entender que cada cosa tiene su lugar.
Cómo crear un cuarto Montessori con sus mejores muebles
A continuación te explicamos qué muebles no pueden faltar si quieres montar un espacio Montessori en casa, y por qué se consideran los mejores muebles Montessori.
1. Cama infantil Montessori
La famosa cama a ras de suelo es uno de los iconos del método. Permite al niño subir y bajar sin ayuda, fomenta su autonomía y evita el miedo a las alturas o caídas. ¿Lo mejor? Que se adapta al crecimiento del niño, y puedes integrarla fácilmente en la decoración del dormitorio. Puedes elegir entre varios estilos:
- Estructura de casita, que hace el espacio más acogedor.
- Cama sin barrotes, con colchón directamente en el suelo.
- Con somier bajo, para favorecer la ventilación.
2. Estantes y cajones
En lugar de grandes armarios, en una habitación Montessori encontrarás estanterías bajitas y abiertas, donde el niño pueda ver, coger y guardar sus cosas.
Los libros deben estar a su altura y colocados de frente (no de canto), para que los identifique por la portada. Puedes incorporar también cajones con ruedas, baúles o cestas de fibras naturales para organizar juguetes, materiales o ropa. El objetivo es que el niño interactúe con su espacio sin depender de un adulto.
3. Un suelo cómodo
En la pedagogía Montessori, el suelo no es un lugar sucio o marginal, sino una zona de exploración y juego. Por eso, es esencial que esté limpio, cálido y adaptado. Puedes colocar:
- Una alfombra de algodón o lana, lavable y de textura agradable.
- Colchonetas tipo tatami o foam, ideales para gateo y primeros pasos.
- Una zona con puzzle de suelo si el niño es muy pequeño.
4. Color y textura
Los colores suaves y naturales son los más usados en los cuartos Montessori. Ayudan a crear un ambiente tranquilo y favorecen la concentración y el descanso. Olvida las paredes con dibujos estridentes o tonos muy saturados. Opta por:
- Blancos, beiges, verdes suaves, tierra o gris claro.
- Mobiliario en madera natural o blanco mate.
- Textiles con texturas agradables: lino, algodón, lana…
- Menos es más. Una habitación sobrecargada no favorece el orden ni la autonomía.
5. Mueble organizador para que lo tenga todo a mano
Uno de los mejores muebles Montessori es el mueble organizador multiuso, con compartimentos accesibles que permiten guardar desde ropa interior hasta puzzles o materiales creativos. Algunos incluyen:
- Compartimentos etiquetados.
- Espacio para mochilas o zapatos.
- Perchas a baja altura.
Este tipo de mueble es fundamental para que el niño aprenda a vestirse solo, organizar sus cosas y tomar decisiones desde pequeño.
¿Debería poner un espejo en un dormitorio Montessori?
Sí, y no es solo por estética. El espejo es un elemento clave en el método Montessori, especialmente en los primeros años de vida. Para los bebés, se recomienda colocar el espejo horizontalmente, a la altura del suelo. Cuando son más mayores, puede estar en vertical junto a una barra de sujeción para que practiquen ponerse de pie o incluso vestirse. Un espejo (preferiblemente irrompible y bien anclado a la pared) ayuda al niño a:
- Reconocer su propio cuerpo.
- Coordinar sus movimientos.
- Observarse y ganar seguridad.
¿Cuándo pasar a un niño a cama Montessori?
No hay una edad única, pero la mayoría de familias Montessori pasan a sus hijos a una cama baja entre los 6 y 10 meses, cuando ya gatean o se incorporan por sí solos. Las ventajas de hacerlo pronto son muchas:
- El niño gana independencia al no necesitar que lo saquen o metan en la cuna.
- El riesgo de caídas es mucho menor.
- Se fomenta la autorregulación del sueño (entrar o salir de la cama libremente).
Si decides hacer la transición más tarde, también está bien. Lo importante es adaptar el espacio a las necesidades reales de tu hijo y su etapa de desarrollo.
¿Cuál es la mayor crítica a Montessori?
Aunque la pedagogía Montessori tiene miles de defensores en todo el mundo, también recibe algunas críticas. La principal suele ser la falta de estructura o límites. Algunas personas creen que permitir tanta libertad puede hacer que el niño no aprenda disciplina o esfuerzo.
Sin embargo, los defensores del método aclaran que la libertad va acompañada siempre de responsabilidad. No se trata de hacer lo que uno quiere en cualquier momento, sino de actuar con respeto y en un entorno preparado que ofrece libertad dentro de unos límites claros. Pero lo cierto es que puedes aplicar muchos principios del método de forma flexible y personalizada, sin caer en dogmas. Y sin necesidad de invertir grandes cantidades si eliges bien los muebles y los adaptas tú mismo.
Si estás pensando en preparar un cuarto con muebles Montessori, recuerda que no hace falta hacerlo todo de golpe. Empieza por lo esencial, observa a tu hijo y adapta el espacio a su ritmo. Y sobre todo: no se trata de tener una habitación perfecta, sino una que tenga sentido para él.


