Siempre se ha dicho que las paredes oyen, pero se nos suele olvidar que ¡las paredes también pueden hablar!
En esta entrada vamos a darte unos consejos sobre cómo pintar las paredes de tu casa para que tus ambientes luzcan más y tu casa tenga un aire más acogedor.
Las paredes juegan un papel importantísimo para decorar cualquier habitación, así que el primer concepto que debemos cambiar es el de decorar la pared para empezar a decorar con la pared.
Para elegir la pintura de una habitación lo primero que tenemos que analizar es la luz de la habitación, el tipo de suelo, los muebles y “aire” que queremos dar a dicha habitación. Si tienes una habitación pequeña o con poca luz, olvídate de los colores oscuros y céntrate en aquellos colores que aportan luz, profundidad y brillo. Hay vida más allá del blanco y colores cálidos y suaves, como el blanco “roto” o colores vainilla pueden irte muy bien. Para estancias grandes y luminosas los colores oscuros pueden ser muy buena opción, pero ojo, ¡no es cuestión de que la habitación parezca una cueva! Combina el color oscuro en una pared utilizando colores más claros en las demás. Si tus muebles son de un tono “apagado” deberías elegir colores más vivos para tu pared y viceversa.
Atrévete con las texturas. Hay infinidad de pinturas texturizadas, que otorgan movimiento, profundidad y vida a tus habitaciones. ¿Has pensado en poner una pizarra en la habitación de los más pequeños? Existen pinturas que convierten una pared en una pizarra, una opción perfecta para que los peques desarrollen toda su creatividad y se diviertan dibujando en la pared.
Últimamente se utilizan mucho las combinaciones de colores a la hora de pintar-decorar. Antiguamente se utilizaba el papel pintado en todas las paredes de casi todas las habitaciones. Nosotros te proponemos que en alguna habitación juegues con el papel pintado, poniéndolo en una de las paredes y combinándolo con el color de la pintura de las demás.
Por último recuerda que los colores y su intensidad afectan a nuestro comportamiento. Se ha demostrado que los colores pastel otorgan calma, serenidad e incluso pueden ayudar a dormir mejor. El color azul ayuda al estudio y a la concentración y los colores intensos y brillantes aportan energía.
Olvídate del blanco nuclear y dale vida a tus paredes.
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